martes, 16 de mayo de 2017

Profeta en su tierra. Mamita: "Estoy feliz con la familia que armé", dice Claudia Fernández

Luego de triunfar en Argentina y de conseguir novio en estas tierras, la uruguaya armó las valijas y junto con los suyos volvió a Uruguay. Del otro lado del charco disfruta de su familia y de su crecimiento laboral. 


Fue una de las artistas más reconocidas del teatro. Cada verano, desde que llegó, procedente de Uruguay, Claudia Fernández (41) se sentaba a escuchar ofertas para sumarse a obras de Mar del Plata o de Carlos Paz. Su talento, sumado a su sensual figura, carisma y lengua filosa, hizo de ella una vedette con todas las letras, de esas que escasean. Tal vez por esto tenía el privilegio de elegir qué trabajo realizar y cuál no. No se privó de nada. Su paso por ShowMatch la consagró y la catapultó a lo más alto.


Sin embargo, esta uruguaya tenía un sueño por cumplir. Desde adolescente, en Montevideo, soñaba con armar una familia y poder disfrutar de un marido y de los hijos corriendo y jugando por el jardín. Ese sueño la acompañó a la par de los éxitos laborales, que se multiplicaban. Un día dio el primer paso. Conoció al empresario argentino Leonel Delménico (40). Fue amor a primera vista. Los lazos fueron tan fuertes que en abril de 2009 pasaron por el altar para convertirse en marido y mujer. Unos meses más tarde llegó Mía (7), la primera hija de la pareja. Para ese entonces, la familia repartía su tiempo entre Argentina y Uruguay.


Luego llegó Renzo (3), el pequeño que, a diferencia de su hermana, nació del otro lado del charco. Claudia fue haciendo su trabajo de hormiga hasta que logró trasladar a todos al país vecino. Que Delménico haya podido llevar sus negocios al otro lado del Río de la Plata fue un gran paso para que la mudanza fuera definitiva. "Más allá de tener nuestra casa allá, casi ni extrañamos Buenos Aires. La familia está instalada en Montevideo, y a los dos nos está yendo muy bien en lo laboral".


¡La receta! "Más allá de discutir como cualquier pareja, creo que la clave es que nos seguimos eligiendo día a día. Estamos felices con la familia que armamos, tenemos a la parejita, que es lo que queríamos, y ya no podemos pedir más. Otras de las claves es el humor. Nos despertamos de buen humor y nos dormimos riendo". Más allá de que la familia tiene prioridad, la pareja no deja de hacer de las suyas. En el caso de Fernández, si bien su labor como vedette quedó atrás, supo reinventarse. Sigue haciendo teatro, incursiona en el mundo empresarial con la línea de lencería y perfumes que lleva su nombre y hasta conduce un programa de televisión.


El mundo de las redes sociales y los negocios tampoco son esquivos para la curvilínea. En otro plano, Claudia asegura que ahora que entró al club de los 40 recibe tantos piropos o más que cuando tenía 20. Lejos de enojarse, los que vienen con respeto los recibe y hasta logran ponerla colorada. ¿Será por la nueva disciplina física que lleva adelante? El año pasado apostó a cambiar su cuerpo a través del entrenamiento funcional, y los resultados están a la vista. Silueta estilizada y músculos contorneados son el resultado de tanto sacrificio. "Lo conseguí porque no dejo de entrenar todos los días. Hasta los domingos entreno, pero lo hago porque me gusta, me apasiona entrenar de la manera que lo hago, no me cuesta ni representa un sacrificio. Creo que esa es la clave, porque de otro modo no aguantaría".






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